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Vista general de los cerros mineros cercanos a Petorca |
El pirquinero se relaciona y convive con
ese mundo primigenio, un “mini-universo vivo” cuyos protagonistas son rocas y esquivos
minerales que la obscuridad anhela proteger. Esa misma obscuridad, muchas
veces, puede llegar a transformarse en una buena consejera que activa otros
sentidos del trabajador durante la rutinaria y paciente faena. El oído, el
olfato o el tacto se convierten en conectores con la realidad. En el corazón del
socavón, las texturas del cerro hacen las veces de venas y arterias de piques y
chimeneas. El minero, el pirquinero, avanza en su labor cancinamente en las
formas de un nuevo organismo que va creando a cada golpe de barreno, en una
labor activa, fuerte, intensa y sensible.
“Y así nos hemos pasado la vida. Nosotros hemos estado
desde el año 82 en minería” (…) “Y yo gracias al pirquén todo lo que he tenido,
lo tengo gracias al pirquén” (Juan y Jaime de Petorca).
La
faena dentro de la mina se realiza, según relatan los pirquineros, al menos 5
de los 7 días de la semana. De acuerdo con la calidad del mineral de oro que
van encontrando en las “vetas de mineral” a veces consideran necesario trabajar,
excepcionalmente, los días sábado, para hallar oro de buena ley. Los sábados son
días que prefieren - al igual que el domingo -, compartir con sus familias y
amigos en casa, descansando o departiendo tertulias, o bien realizando algunas actividades deportivas participando en los campeonatos de fútbol de la asociación local de Petorca.
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Entrada a un pique (vertical). |
El
ingreso a las minas trabajadas por pirquineros se puede efectuar por medio de
dos tipos de perforación: a través de un pique o de un socavón: el primero
corresponde a una avance vertical (de arriba a abajo) en el cerro; el segundo
es la denominación dada a la penetración lateral, desde un costado hacia el
interior de la montaña (de lado a lado). Dentro de la mina dicha denominación
se mantiene, pudiendo perforar las rocas y extendiendo la mina en socavones de
avance “hacia los lados” o piques “hacia abajo”.
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Entrada a un socavón (horizontal) |
Al inicio de cada jornada en la mina el trabajador se encarga de preparar el primer artefacto que requerirá para bajar o entrar a la mina: la “lámpara de
carburo”, instrumento generalmente hecho de bronce que contiene carburo,
mineral combustible que al contacto con el agua expele un gas inflamable por un
conducto delimitado desde dentro de la lámpara. Al encender ese gas se proyecta
una llama, que por medio de una pantalla de bronce, amplifica la intensidad de la luz, permitiendo el desempeño de faenas con autonomía e independencia a cada uno de los pirquineros.
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Lámpara de carburo iluminando dentro de la mina |
Acuñar y barrenar
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Buscando vetas de mineral |
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Cuña y combo |
Una de las primeras
actividades que realiza un pirquinero dentro de la mina es “acuñar”, que
consiste en desprender desde el techo y las paredes laterales del pique (estas
últimas mejor conocidas como “cajas”, en jerga pirquinera), piedras y rocas
pequeñas o medianas que podrían caer afectando o dañando al trabajador. Esta
labor se realiza con un instrumento metálico de unos 15 a 20 centímetros
denominado “cuña”. Junto con un “combo” o martillo se va golpeando la cuña,
para de este modo romper, soltar y botar el material del cerro, dejando solo la
roca dura firme.
Así se quiere conseguir que los niveles de seguridad para la
posterior extracción sean buenos, de acuerdo con el propio criterio del
pirquinero. Muchos de éstos señalan que casi como una “norma” de trabajo
personal se sienten más seguros “auto-fiscalizando” su labor que participando
como empleado de una empresa más grande donde, por muchas reglas de seguridad
oficiales que existan, no hay exhaustividad y control para con las mismas.
Una vez desprendido todo
el material suelto del cerro, se reúne en un “tarro” o “tambor” por medio del
cual se deposita en diferentes sectores dentro de la mina como relleno. Muchas
de esas zonas en el pique o socavón reúnen grandes cantidades de piedras y
material que con posterioridad pueden ser revisados por los mineros. Son los
denominados “disfrutes”: ahí juntan mineral y piedras que posiblemente en el
futuro serán explotados y acarreados en acciones extractivas.
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Barrenado "a la chiflana" o hacia arriba |
La segunda actividad que
se realiza luego del “acuñar”, es el “barrenado”. Un “barrenado” es el acto de
perforar las rocas siguiendo diferentes líneas de vetas de mineral, que el
pirquinero observa. El barreno perfora la roca, dejando agujeros que
posteriormente se cargan con explosivos que romperán las piedras, dejando vetas
de mineral rico en oro expuestas, al avanzar dentro del pique. Los barrenos son
de diferentes tamaños; los hay de 12, 18 o más pulgadas y de material metálico (acero),
con puntas de una piedra aún más dura (o “diamante”). Estas logran abrir la
roca sin destruir el instrumento. Por lo general el barrenado permite la
colocación de uno o dos tiros al día dentro del pique.
Vetas y tipos de vetas
Durante todo el proceso durante
el que el pirquinero trabaja al interior de pique, se concentra en observar los
pliegues de las rocas que conforman la mina. En ellos aprecia los diferentes
espacios donde se concentra el mineral que busca: principalmente oro y, en
menor medida, cobre. Cuando encuentra una veta, vale decir, un espacio donde
está “incrustado” el oro, puede denominarle de diferentes maneras: hay jergas
para las vetas: en “A”, en “V” o vetas “chorizo”, todas con relación a la forma
que tienen.
Las vetas en “A” parten y
toman la forma de esta letra y se van ensanchando hacia “abajo”, razón por la
cual el pirquinero barrena con el afán de explotar el yacimiento y la veta
exhaustivamente. Las vetas en “V” son justamente lo opuesto, y crecen hacia “arriba”.
Una veta “chorizo” toma ese nombre del embutido que se come. Tal como el
alimento, asemeja esa forma entre los pliegues de las rocas.
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Buscando las vetas |
Cada una de estas vetas
son, por lo general, para los mineros “misteriosas” y “esquivas”, y tan solo un
ojo entrenado de pirquinero y su sentido de orientación dentro del pique le
permiten hallarlas en caso que se “escondan”, como lo indican ellos. Se ha dado
el caso de alguna veta que queda detrás de una “caja” o roca dura, instante en
el cual el pirquinero perfora con su barreno rompiendo la caja hasta hallar la veta
detrás de la piedra, en lo que constituyen estrategias de trabajo al interior
de la mina.
Algunas veces las vetas
desaparecen y el pirquinero opta por proseguir su labor en otra zona de la mina;
en otras ocasiones el trabajo se concentra en una mina insegura: ahí entonces
el minero prefiere tapar los piques para evitar que colapsen. Juntan y utilizan
piedras y material de baja calidad, asegurándose de que el piqué no caiga,
continuando por otra zona de la montaña.
Tiros
Una vez que se ha
encontrado la veta y se ha perforado con el barreno la piedra de modo que pueda
salir el suficiente material con mineral, el pirquinero procede a colocar un
tiro. Este consiste en una carga explosiva que se introduce dentro del hoyo que
hizo el barreno. Es una carga hecha de pólvora que se aprieta con un taco hacia
el interior junto con trozos de papel de diario y con una mecha de una extensión
variable de entre 30 a
50 centímetros
de largo.
Cuando se coloca la carga se taponea y taconea con papel hasta cubrir
lo mejor posible el tiro. Luego los pirquineros prenden la mecha del tiro y
salen lo más rápido que pueden de la mina. Calculan que la explosión debe darse
en un período variable de entre 5 o a 7 minutos, tras encender el fuego. En ese intertanto deben subir raudamente escaleras de diversa extensión. La que colocamos en fotografía tiene una altura de entre 30 a 40 metros.
Se pueden explosionar uno
o dos tiros al día. Tras la explosión el pirquinero baja con cuidado al pique.
Se concentra en revisar que la caja donde estaba el mineral no desprenda
pedazos de piedras sueltas que le puedan caer encima. De este modo, la
principal labor luego de la explosión es ir acuñando las rocas hasta tener la
seguridad de que el cerro no caiga o “se siente”. Luego recogen las piedras sueltas
dejadas por la explosión y las van echando en tarros que se suben a la
superficie colgados de una cuerda. Antes esta labor se hacía por medio de
“capachos” o mochilas con las que se cargaban, en la espalda, las piedras y el
mineral. En la actualidad los mineros, como decimos, usan tarros de galones de pintura, donde colocan las piedras que sacan de la mina. Esta labor se realiza con la ayuda de un torno colocado en una estructura en la parte superior del pique. De este torno baja una cuerda en la que se engancha el tarro y saca el mineral en ciclos periódicos. Se amontona y reúne afuera de la mina. Cuando se consigue una buena cantidad de material se "prospecta" o revisa a través de un método artesanal llamado "puruñeo", que explicaremos a continuación.
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Tarro retirando material desde dentro de la mina |
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Dejando el material con mineral tras sacarlo de la mina |